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Los estudios que preceden a la edición facsimilar, han querido tener en cuenta tanto los aspectos propiamente artísticos como los estrictamente documentales y los históricos. Es el mismo esquema que en su momento se adoptó en los Privilegios de El Bonillo. Además, se ofrece al lector una transcripción de cada una de las páginas del manuscrito, que, aunque redactado en una grafía elegante, de fácil lectura, facilita una mejor compresión para quienes no están acostumbrados a manejar este tipo de documentación.
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