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Celebrado en Albacete, del 22 al 25 de noviembre de 2000.
En la década y media transcurrida desde el Primer Congreso de Historia de Albacete, nuestra historiografía provincial se ha enriquecido mucho. Afortunadamente, casi todos nuestros pueblos históricos cuentan ya con su Historia Medieval de carácter local, pero hecha con criterios de universalidad, bastante más modernos y científicos que las obras de eruditos locales que solían existir, donde existían. Hasta puede decirse que el impulso nacido de Albacete, y del citado
evento, seguido al poco tiempo del Congreso de Historia de Castilla-La Mancha, y unos años después del Congreso de Historia del Señorío de Villena, y proseguido luego en AI-Basit y en las publicaciones del Instituto de Estudios Albacetenses, se encuentra en los orígenes de un renacimiento de estudios medievales de no menor altura en provincias vecinas vinculadas a ésta por razones históricas, como a las claras muestran los de Alfonso Antolí sobre Jumilla, o de Blázquez Miguel y de López Serrano sobre Yecla, los de Pedro Joaquín García Moratalla en Iniesta, los de Juan Abellán y García Guzmán sobre Garcimuñoz, o los del malogrado José María Soler en su obra general sobre Villena, que aún
se vio enriquecida por las aportaciones llegadas de Albacete, aunque en menor medida que la historiografía albacetense se ha venido nutriendo de las suyas.
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