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En el II Congreso de Historia de Albacete celebrado en noviembre de 2000, Aurelio Pretel no pudo dejar de hacer una emocionada alusión a la persona de Miguel Rodríguez Llopis —"el investigador mejor cualificado que han dado los pueblos de Albacete"—, sabedores muchos de los presentes de la tenaz voracidad con que la enfermedad estaba minando la salud de nuestro amigo y compañero. En efecto, en los últimos años una terrible enfermedad acabó con la vida del profesor Rodríguez Llopis. Mucho tiempo atrás, en 1982, el Instituto de Estudios Albacetenses tuvo el gran acierto de acceder a publicar la tesis de licenciatura de este joven y todavía desconocido investigador que había centrado sus incipientes estudios en el área de su Yeste natal. Cuando han pasado más de dos décadas de su salida a la luz, seguimos siendo innumerables los investigadores que continuamos admirando, consultando y citando sus Conflictos fronterizos y dependencia señorial: la encomienda santiaguista de Yeste y Taibilla. La sorprendente madurez de esta obra nos lleva a subrayar que muy pocas tesis de licenciatura tienen el honor de considerarse como ésta un clásico y de seguir por tanto teniendo tal altura y vigencia científica. Desde estos primeros años Miguel Rodríguez Llopis —de la mano del profesor Juan Torres Fontes pero con un olfato científico que lo hacía suficientemente independiente— ya venía trabajando dentro de las más novedosas corrientes historiográficas. Él fue el primero y el que mejor se acercó a analizar las tierras de nuestra provincia desde esa moderna óptica, en notable afinidad con los estudios que venían del otro lado del Pirineo, sobre todo de los medievalistas franceses. Su acusado espíritu crítico y su concepción de la Historia como disciplina científica hizo a Miguel decantarse por el materialismo histórico como método de investigación, lo cual supo hacer compatible a la perfección con un sentido liberal de la vida, en su más amplia y noble dimensión.
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