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Los saladares constituyen ecosistemas hipersalinos de características muy particulares en el ámbito de las zonas húmedas de origen continental. Los factores ambientales que intervienen en la configuración y mantenimiento de estos ecosistemas son diversos; en Cordovilla y Agramón, los factores climatológicos, topográficos, litológicos e hidrográficos, son los principales.
Los saladares se ubican en depresiones topográficas ligadas a cursos de agua y rellenas con materiales litológicos de textura limosa que contienen sales. Los de Cordovilla y Agramón están situados, dentro del marco provincial, en la
unidad geológica Prebética Externa Central.
La Comarca de Hellín, territorio donde se localizan ambos saladares, representa la parte más árida de la provincia de Albacete. Esta aridez climática favorece la conservación de la salinidad del suelo y asegura un reciclaje de las sales que no pueden
ser eliminadas por lixiviación. El estío provoca la exopercolación de las sales disueltas en los suelos, que toman un color blanquecino al formarse las típicas costras salinas.
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