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Son muchos los historiadores, tanto españoles como extranjeros, que reconocen el fenómeno de la persecución religiosa como un hecho innegable,
e indican que esta persecución fue la mayor tragedia conocida por la Iglesia en España y un tributo de sangre, a partir de 1936, el más ingente que registra la historia, pues casi siete mil eclesiásticos fueron víctimas de la violencia o
represión revolucionaria, de los cuales setenta y nueve eran de la provincia.
Con motivo del cincuenta aniversario de la creación de la Diócesis de Albacete, he querido abordar este estudio en nuestra provincia, en primer lugar, porque los estudios que hasta ahora se han realizado desde otras diócesis o instituciones hacen simples referencias tangenciales a la nuestra, omiten hechos y algunas de sus escuetas citas están equivocadas y, en segundo lugar, porque no se ha realizado ningún estudio sobre la misma.
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