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La obra se inicia con el marco general de la fiscalidad en tiempos medievales y de la formación del espacio concreto que se va a investigar; prosigue contemplando la evolución fiscal de las rentas comunes y específicas en cada población, sin olvidar que existen aspectos específicos y que el tiempo varía los conceptos fiscales, y cierra este capítulo estudiando en conjunto el marquesado y su organización cuando se consolida el modelo estudiado durante el siglo XV. El siguiente capítulo estudia cada renta, directa o indirecta, explicando primero su concepto de manera didáctica (para el no especialista) y pasando después a los casos concretos, con importantes datos sobre su aplicación en cada municipio y sobre su incidencia en el grupo social mayoritario -los pecheros cristianos- y en las minorías judía y mudéjar, repartidas de forma irregular por el gran señorío. Por último analiza, desde el punto de vista del receptor final, todas las exacciones concejiles, señoriales, reales... pero sin engañarse ni dejarse llevar por la teoría (por ejemplo, analiza el fenómeno, ya observado en otras ocasiones, aunque sin el detalle con el que aquí se estudia, la usurpación feudal de las rentas reales, que el marqués Juan Pacheco lleva a su paroxismo). Y se extiende también en tomo a los sistemas de su recaudación, desde el arrendamiento al encabezamiento que se impone desde fines del XV, y a las compañías que intervienen en ello: dos importantes hitos el el tránsito al Estado Moderno y al Capitalismo. Termina recogiendo en unas breves páginas, y a manera de síntesis, todas las conclusiones que ha podido extraer del estudio concreto de los datos.
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