|
Llegó la Imprenta a nuestra actual región en la época de los incunables: en 1481 a Guadalajara y en 1483 a Toledo y a Huete (Cuenca). Dentro del territorio que hoy conocemos como provincia de Albacete no se estableció ninguna imprenta antes de 1835, casi cuatro siglos después de su reinvención en Maguncia. La tan manida opinión de falta de industria y comercio en nuestros pueblos no fue causa determinante para la tardía llegada de la Imprenta a nuestra provincia, pues hasta finalizado el siglo XIX los empresarios españoles no empezaron a utilizar los servicios de imprenta por necesidades promovidas por ellos. La publicidad que realizaban se resumía a los anuncios que insertaban en periódicos. Es cierto que después, en el siglo XX hasta la década de los ochenta, sí fue causa importante del lento progreso de la Imprenta en la capital y provincia el escaso número de empresas. Un trascendental suceso permitió el gran cambio de la situación y la llegada de la Imprenta: El día 31 de noviembre de 1833, la villa de Albacete fue constituida capital de la provincia a la que daría su nombre, formada con localidades hasta entonces encuadradas en las de Cuenca, Murcia y La Mancha.
|