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En los últimos años es una constante repetida, en los medios de comunicación social o en la corta memoria de una generación, el considerar como excepcionales los sucesos climatológicos catastróficos ocurridos en un momento concreto con las secuelas de destrucción que conllevan. El adentrarnos en el conocimiento del pasado de nuestra ciudad, mediante la documentación del Archivo Histórico Municipal, ha supuesto echar por tierra tal tipo de planteamiento. La historia parece repetirse, las catástrofes naturales de tipo climatológico se suceden, no son únicas las recientes lluvias torrenciales que afectaron al término de Almansa, ni las graves consecuencias que tuvieron. Este tipo de acontecimientos adquieren caracteres cíclicos, tal como viene a confirmar la historia o el propio medio físico, aunque la corta memoria de una generación olvida lo acaecido en generaciones precedentes. Así pues, debemos desechar el tópico de que aquellos que vivimos es algo único e irrepetible
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