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Hace quinientos años aproximadamente, como ya señalaba don Rafael Mateos, comenzaba, a lo grande, la nueva construcción del templo de San
Juan Bautista de Albacete, que iba a sustituir a la anterior iglesia-fortaleza que quizá fuera aneja a un antiguo castillo medieval que ocupara la actual Plaza de la Virgen de los Llanos, o incluso fuera parte integrante del mismo, como es habitual en los templos del Campo de Montiel. Parece que el proyecto se había encargado nada menos que al famoso arquitecto real Enrique Egas, del que se dice es el “maestro mayor” cuando viene hacia 1517 a subsanar los fallos del que empezó las obras, quién sabe si enviado por las autoridades
eclesiásticas de Cartagena-Murcia, quizá contra el criterio del concejo, que costeaba el gasto.
El volumen de documentación que hay en Albacete (libro de fábrica, actas, pleitos entre el concejo y distintas personas, alguno de los cuales aportamos aquí por vez primera…), hace de este un caso excepcional a la hora de estudiar este tipo de obras y sus implicaciones sociales y económicas.
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