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Con prólogo de Claudio Sánchez Albornoz, con quien le unió una larga y gran amistad, que queda reflejada en la correspondencia que ambos mantuvieron a lo largo de los años, desde los años 60 hasta 1983.
Se trata de un libro de recuerdos, desde su primer violín, la mili, el exilio en Francia, la vida en Méjico, la vida en Albacete, la Fiesta del Árbol, opiniones personales sobre algunos asuntos como la pena de muerte, la política española, Unamuno en Albacete, etc.
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